jueves, 20 de septiembre de 2012

SOYLENT GREEN: CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE


El cine norteamericano de los años setenta está plagado de filmes que reflexionan sobre los peligros derivados de la evolución científico-tecnológica de la raza humana. El frágil control del hombre del siglo XX sobre la energía nuclear (“El Síndrome de China” 1979), la investigación bacteriológica (“El Último Hombre Vivo” 1971), el medioambiente (“Naves Misteriosas” 1972) y la inteligencia artificial (“Almas de Metal” 1973) despierta nuevos miedos globales en una sociedad occidental moderna que se debate entre el consumismo y el descontento.  
La película de Richard Fleischer “Soylent Green: Cuando el Destino nos Alcance”, ocupa un lugar privilegiado dentro esa tendencia cinematográfica. ¿Y por qué? Os preguntareis. 
La respuesta es sencilla, Fleischer dirige con brillantez una trama de cine negro-policíaco ambientada en un futuro distópico  terriblemente realista. Equilibrando con maestría los contenidos puramente cinematográficos (drama, acción, intriga) con una reflexión pesimista de índole social y medioambiental. 
Pero cuidado, no todo el mérito se lo podemos atribuir a Fleischer, ni mucho menos. Buena parte de la culpa de que “Soylent Green” sea considerada a día de hoy como un clásico del cine de ciencia ficción se la debe a la interpretación, poderosa y emotiva, de sus dos protagonistas: Charlton Heston y Edward G. Robinson. ¡Ahí es nada!


FICHA TÉCNICA: CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE. “Soylent Green”
AÑO: 1973. DURACIÓN: 97 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: Richard Fleischer.
GUIÓN: Stanley R. Greenberg.
MÚSICA: Fred Myrow. FOTOGRAFÍA: Richard H. Kline.
REPARTO: Charlton Heston, Edward G. Robinson, Leight Taylor-Young, Joseph Cotten, Chuck Connors, Brock Peters, Paula Kelly, Leonard Stone.
PRODUCTORA: Metro Goldwyn Mayer. Productor: Walter Seltzer, Russel Thacher.
GÉNERO: Ciencia Ficción. Distopía. Thriller. Film Noir.

SINOPSIS: Año 2022, la flora y la fauna del planeta están prácticamente extinguidas y grandes masas de población se aglomeran en las ciudades. Nueva York batida por una asfixiante calima acoge a 40 millones de almas. La gran mayoría de sus habitantes vive de forma precaria; hacinados, sin luz ni agua corriente y alimentándose con prefabricados a base de soja, plancton y algas marinas; mientras una selecta minoría vive aislada en edificios de lujo gozando de todo tipo de privilegios y comodidades.
Robert Thorn es un duro policía al que encargan la investigación del asesinato de William Simonson, uno de esos ciudadanos privilegiados. La víctima es un importante hombre de negocios, exdirectivo de la Soylent Corporation, la industria que monopoliza la fabricación de los alimentos sintéticos que consume el grueso de la población.



El guionista Stanley Greenberg, basándose en la novela de Harry Harrison “Make Room! Make Room!”, construye una sugerente trama policíaca con visos de thriller político, más propia del cine negro que de la ciencia ficción, ambientada en un futuro desolador.
Conforme avanza la investigación y valiéndose de la pareja protagonista; el detective Robert Thorn (Charlton Heston) y su anciano ayudante, el investigador de archivos, Sol Roth (Edward G. Robinson); Greenberg explica de forma sucinta las causas del desastre ecológico a la vez que se recrea en la exposición de sus nefastas consecuencias. Estableciendo una relación causa-efecto entre la hecatombe ecológica por la contaminación del medio y la desestructuración social. 
El escritor nos presenta un mundo futuro con una sociedad marcadamente asimétrica y deshumanizada. Regida por la inmoralidad de la clase acomodada y la desesperación de la masa. Y en la que la dignidad del individuo, los derechos humanos y las estructuras sociales básicas, como la familia, se han ido sustituyendo de forma progresiva por la alienación, la depredación y el instinto de supervivencia.
Un futuro amargo pero totalmente factible tal y como refleja este diálogo entre Thorn y Roth:

- Y ahora me dirás que en el mundo de antes todo era mejor.
- Ah, no creas, la gente era igual de mala. Pero el mundo era más hermoso.





Si el guion es bueno la realización de Richard Fleischer es aún mejor. El director consigue envolver el impresionante escenario distópico con un sugerente ejercicio de cine negro policial que aún conserva la capacidad de emocionar. Aunque como no podía ser de otra forma en semejante cruce de géneros, cine negro y distopía futurista, el fatalismo que impregna toda la cinta nos deja un sabor de boca amargo.
La narración es firme y lineal (siempre mirando al futuro). El motor de ésta es la intriga que Thorn debe descubrir: ¿Cuál es el misterio de Soylent Green? Una intriga que no se resuelve hasta las secuencias finales y que dota de suspense a toda la película.

Gran parte de la capacidad para inquietar que desprende la cinta se debe al acierto de Fleischer al usar el realismo como herramienta fundamental. El director se sirvió del realismo para que el público de la época sintiera ese futuro de pesadilla como una amenaza real. Con ese fin Fleischer rehúye conscientemente de crear una imagen intemporal al estilo de “2001: Una Odisea en el espacio” (1968) y se decanta por un diseño de producción marcadamente setentero.
Ese mismo efecto lo consigue también con la utilización de imágenes drásticas, como la secuencia de la disolución del tumulto con los camiones excavadora, que expresan con claridad la insignificancia del individuo en esa sociedad futura.



Pero, como ya nos muestra Fleischer desde el principio de la película con el impactante montaje fotográfico que acompaña a los créditos iniciales,  la contaminación del medio ambiente es el tema central de la película. Ya que el fin de la misma no es otro que el de concienciar a la sociedad y las instituciones en cuestiones de protección ambiental.
Un tema de gran actualidad ahora como entonces y sobre el que Richard Fleischer estuvo asesorado por Frank R. Bowerman, presidente de la American Academy for Environmental Protection, para conseguir de nuevo una visión realista en ese aspecto fundamental.





La planificación es esmerada y en ella destacan los fluidos movimientos de cámara que en algunas secuencias se asocian con una ajustada y reseñable utilización del zoom. 
Fleischer se desenvuelve de forma sobresaliente en los interiores, acentuando con recursos el subtexto del guion. Contrapicados que muestran los techos para las escenas más noir, como las de la comisaría o la del asesinato de Simonson (Joseph Cotten). Encuadres muy cerrados entorno a los bustos dialogantes de Heston y Robinson en su pequeño apartamento, para remarcar tanto la relación afectiva cuasi familiar existente entre ellos (padre anciano-hijo adulto) como el contraste intergeneracional. Y algún excelente plano secuencia en profundidad de campo, como el de Robinson visto a través de los pasillos de una sucesión de hileras de estanterías repletas de libros, dirigiéndose al corazón de los archivos, lugar donde encontrará la fatídica respuesta a las pesquisas de ambos policías.



La versátil fotografía en color a cargo de Richard H. Kline se muestra igualmente eficiente en la recreación de sórdidos interiores y lujosos apartamentos. Así como de los exteriores, para los que contó con el apoyo de filtros para generar en las escenas diurnas ese efecto de asfixiante bruma amarillenta producida por la contaminación y el recalentamiento. Gran parte de los exteriores nocturnos están rodados en estudio, lo que permite un rodaje con una buena luz filtrada gracias a la cual se aprecian perfectamente las escenas, pero en las que las sombras pierden la inigualable plasticidad de las películas en blanco y negro.
Para la banda sonora Fred Myrow  utiliza una partitura musical muy de la época (con sus wah wah y sus órganos hammond) con toques jazzy, funk y rock combinada con piezas de música clásica: Peer Gynt de Grieg, la Pastoral de la Sexta Sinfonía de Beethoven y la Sexta Sinfonía de Tchaikovsky. El uso de las piezas clásicas es especialmente emotivo, ya que suenan como música de fondo de las imágenes de ese mundo hermoso que ya no volverá.




A la cabeza del reparto dos de los grandes del Hollywood clásico: Charlton Heston y Edward G. Robinson. Permitidme empezar con este último, a modo de homenaje, ya que en “Soylent Green” Robinson nos regala con el último papel de su brillante carrera.
Sobre el Sol Roth de Edward Robinson recaen la memoria y los valores del pasado. Es un personaje que destila humanismo y por ello la interpretación del veterano actor esta cargada de emoción. Roth recuerda, Roth lee y Roth evoca la belleza y los placeres cotidianos del pasado. Uno de mis momentos favoritos de su interpretación es el de la cena con la ensalada, el buey y las manzanas.
Robinson consigue una interpretación redonda, humana y emotiva, un broche de oro para su extraordinaria carrera. 



Aunque el protagonista principal de la cinta es un Charlton Heston que compone a la perfección al detective Robert Thorn. Un personaje complejo, duro, cínico y empapado de la amoralidad de su tiempo; pero también crítico y capaz de desafiar al sistema. Un profesional tenaz, resuelto y difícil de doblegar.
Un personaje intenso y muy físico que se adapta como un guante a la forma de interpretar del actor. Un patrón que repetiría Charlton Heston durante la primera mitad de la década de los 70 para encarnar a un buen puñado de personajes clave del cine de ciencia ficción.




Finalizo esta reseña aconsejándoos, como siempre la revisión urgente de este clásico del cine. Una película que toca temas tan de actualidad como la amenaza medio ambiental, el calentamiento global, la inmoralidad de las multinacionales, la corrupción institucional y la precarización social. ¿Os suenan?
Parece que no estamos tan lejos este futuro distópico que propone Fleischer, así que si un día alguien os ofrece una galletita verde no os extrañéis… pero tampoco os la llevéis a la boca.


26 comentarios:

  1. No conocía este film, pero si nos lo recomiendas, pondré a la mula a trabajar.

    Un abrazo!!!

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    1. Espero que te guste, es muy buena.
      Bienvenido a la actividad.
      Un abrazo.

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  2. Buena película.

    El control del hombre a través de sus necesidades básicas; mientras peor se viva, mayor control.

    Un buen banquete de ciencia ficción... para quedar satisfecho

    Saludos.-

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  3. Hola Anny bienvenida, efectivamente estamos ante un buen banquete de ciencia ficción que tras cuarenta años sigue conservando su vigencia.
    Las amenazas ecológicas que plantea Soylent Green siguen estando ahí más presentes que nunca por muchos acuerdos a los que lleguen las naciones en materia de protección medioambiental nunca lo cumplen. El capitalismo salvaje y el desarrollo industrial desmesurado se llevan fatal con la tan cacareada sostenibilidad.
    Y ahora que pintan bastos en la Unión europea y en USA, los avances sociales están comenzando a involucionar. Las oligarquías políticas y económicas mantienen sus prebendas mientras la clase media desaparece y la masa social se precariza. Las libertades civiles se van limando poco a poco, la sanidad publica y la educación avanza hacia la decrepitud y las tasa de paro se disparan.
    Está claro que sí mientras peor viva una mayoría mejor seguirá viviendo la casta privilegiada.
    Un saludo.

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  4. Hola, camarada:
    Tendría que revisarla para poder opinar con el debido criterio, ya que no la veo desde mi más tierna infancia. Esto de los ciclos temáticos me parece una idea espléndida.

    Un abrazo.

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    1. Pues ánimo con la revisión que a un cinéfilo con criterio como tú (y encima fan de Robinson) no le va a defraudar.
      Aquí te espero para leer tu opinión.
      Un abrazo

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  5. Una buena película, sobre todo si no te sabes el final. Fuera de la sorpresa, el segundo visionado pierde un poquito. Me quedo con esas cámaras de suicidio asistido, una idea genial y terrible. Por cierto que me recuerdan bastante a otro film de culto, La Fuga de Logan. Saludos.

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    1. Hola Rafa, ya veo que no te comieron los tiburones en tu finde playero.
      Coincido contigo. Es una buena película, yo la verdad creo que muy buena, para mi estaría entre las tres primeras películas de sci/fi modernas (pre Star Wars). Justo por detrás de 2001 y El planeta de los simios.
      Creo que la película además de entretener muy bien con toda la intriga y la trama policial tiene mucha chicha detrás e invita a la reflexión. Por eso aunque sepas cual es el ingrediente secreto de las galletitas verdes la peli no se desgasta tanto con las revisiones como podría pasar con otras películas que dependan exclusivamente del suspense o la acción.
      Yo con este último visionado (creo que al menos la he visto 4 veces) le he descubierto algún detalle interesante en el que aún no había caído como por ejemplo como nos dice Fleisher que la "familia" ha muerto en esa sociedad futura.
      Lo hace con una secuencia en la que Charlton, a la entrada de una iglesia que sirve de refugio a un sinnúmero de personas, descubre a una madre muerta en la escalinata de la entrada, con un niño de unos dos años lloriqueante atado a su mano por una cuerda. Charlton lo desata y lo mete dentro de la iglesia integrándolo en la masa.
      Extraordinario.

      En cuanto a "la fuga de Logan", aun siendo una peli contemporánea a Soylent Green, bajo mi punto de vista es un film muy inferior. Plantea una sociedad cerrada post apocalíptica en la que sólo viven personas jóvenes (la Ciudad de las Cúpulas si no recuerdo mal) en la que detrás de una ceremonia pseudoreligiosa se esconde un pérfido plan de control poblacional. Y ahí se acaba todo su trasfondo porque luego la peli se convierte en una cinta de aventuras-persecución sin más... bueno sí con el puntito kitsch setentero que alcanza el clímax con el "estupendo" skijama que luce Michael York.
      No sé poniendo ejemplos más recientes sería como comparar "Blade Runner" con "Perseguido" o "Hijos de los hombres" con "Los juegos del hambre".
      Saludos.

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  6. La he visto recientemente y comparto tu estupendo comentario.
    Es una película excelente, mucho más inquietante que cualquier propuesta de la actualidad.

    Me encanta como está recreado ese Nueva York del futuro, por cierto no muy lejano.
    Tiene muchos momentos buenos, sobre todo con el gran Edward G. Robinson. Lo de el Sol es espléndido...

    Gran película y gran recuperación

    Un abrazo.

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  7. Efectivamente Noodles, los planteamientos intelectuales que asientan la película están totalmente vigentes a día de hoy (tiempos de crisis moral y económica). Si además le añades que es una peli muy entretenida y que está impecablemente dirigida... no encuentro escusas para no revisarla.
    Lo de Robison es capítulo aparte, el papel de Sol Roth es goloso, goloso y un monstruo como el lo clava. Me encanta lo bien que funcionan él y Heston en las escenas que se desarrollan en el apartamento. Como se respira en las mismas ese calor familiar que la sociedad ha perdido.
    Como digo en la entrada Roth encarna los valores del pasado por eso él aporta esa calidez familiar y esa memoria del pasado en su relación con Thorn. Es fantástico como el tipo duro le corresponde con su afecto (no todo está perdido) y recoge la comida de verdad para darle la gran sorpresa a su amigo. Y como Roth prepara el banquete para ambos con amor y calor "maternal".
    El caso es que alguien como Roth (con esa carga moral del pasado) no tiene sitio en esa sociedad amoral dirigida por inmorales. Y aunque es un hombre lúcido que no se engaña, pues sabe y transmite además a Thorn, que el hombre es y ha sido un lobo para el hombre (no en vano es judío) cuando descubre la mostruosidad que se oculta detrás de Soylent Green, se da cuenta de que en ese mundo ya no hay sitio para él. De ahí su suicidio.
    Saludos.

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  8. Parece una película interesante, tendré que ponerla en la lista. Me suena mucho más cercana a la realidad que otras distopías con la desaparición de la clase media, el peligro medioambiental etc.

    Saludos

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    1. ues sí es una distopía muy realista. El realismo es una de las señas de identidad del cine de Fleischer, uno de los miembros de la llamada "generación de la violencia" de Hollywood. Un grupo de cineastas (Mann, Fuller, Ray, Siegel, Aldrich, Brooks y Fleischer) que comparten algunos aspectos y temáticas comunes fundamentalmente el estudio de la violencia en sus diferentes formas y manifestaciones. Todos ellos reflejan los Estados Unidos como escenario de diversos conflictos (sociales, históricos, ideológicos, raciales, generacionales, institucionales…), una tendencia del cine norteamericano tras la II Guerra Mundial, que se vuelve más crítico con la sociedad y sus problemas. Son los primeros baluartes de la modernidad en el cine Hollywoodiense y en su cine coexisten preocupaciones filosóficas y realismo con el espectáculo.

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  9. Me parece una película especialmente emotiva, utiliza gran cantidad de recursos futuristas( apocalipsis, superpoblación, destrucción de la naturaleza, la mujer objeto, la sociedad des-moralizada, la diferencia de clases.....) que encajan perfectamente, dan coherencia al film y consiguen un mundo creíble.
    El gran papel a mi juicio lo interpreta Edward.G. Robinson como Sol Roth. El encarna las diferencias entre los dos mundos: el que conoció en su juventud y el que vive en su vejez.Sol es la voz de la conciencia. Su comportamiento corre acorde con sus convicciones, no puede seguir viviendo ante semejante aberración. Sol se pregunta: ¿Dónde está Dios?
    Disfruta con un sabroso solomillo y con el tacto de un pergamino.Las pequeñas cosas adquieren un valor infinito. Su hermosa relación con el detective es el paradigma de lo que existe de puertas afuera de su pequeño apartamento. Dolor miseria,violencia , muerte......

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    1. Bueno pues totalmente de acuerdo contigo en todas tus conclusiones, tal y como puedes leer un poco más arriba, se nota que no leíste la entrada antes de escribir los comentarios, porque coincidimos casi al 100% en nuestras apreciaciones.
      Dos apuntes muy interesantes, el religioso el "¿dónde esta Dios?" angustiado de Roth a las viejas (más viejos guardando la memoria del pasado) de los archivos que han dado con la respuesta al misterio de Soylent. Ellas le dicen "¿qué Dios?" y efectivamente en ese mundo no hay sitio ya para Dios.
      También hay otro apunte teológico en la Iglesia a la que iba a confesarse Simonson. Ahora se ha convertido en un refugio para pobres, el sacerdote es una persona rota por el agotamiento y la desesperación... parece un demenciado. La religión ha perdido su sitio, la espiritualidad ha muerto y los religiosos sólo les queda el ejercicio de una agotadora caridad.

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  10. La terrible conclusión no es otra que la de que "hombre es un lobo para el hombre" como dijo Plauto en el año 2oo a.C. No existen barreras para la mente humana a la hora de aplastar al prójimo para benficiarse.

    ¡Por cierto las galletas verde tienen un color radioactivo muy propio del futuro!

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    1. Es muy curioso lo bien que está dibujado en el guión como la precarización (tasa de paro del 50% de la población + superpoblación y sus efectos) y la perdida de derechos y libertades civiles se convierten en agentes supereficaces para la caída de los valores y la moralidad.
      Cualquier pobre puede ser un sicario potencial, las protestas se disuelven con excavadoras y ser chica mobiliario (trabajar como objeto sexual incluido en el alquiler del apartamento) es un trabajo magnífico.

      PD el color de las soylent green siempre me recuerdó al del blandyblup original... de lo más radiactivo. :)

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    2. Una escena que me pone los pelos de punta es la del momento en que las viejas informan a Sol de la situación. Lo que me espeluzna es que ellas lo saben y a pesar de la edad que tienen, semejante a la de Sol, y por lo tanto conocedoras de ese otro mundo, la reacción que muestran frente al "horror" es bien diferente a la del viejo. De alguna manera transigen o se adaptan a ese conocimiento. El guión da una vuelta más de tuerca en su papel de plasmar al ser humano, si bien podríamos identificar a todos los "viejos" con Sol, resulta que la diversidad humana es tal que hace tolerable lo intolerable.

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    3. Pues sí lo de las viejas está muy bien, porque su posicionamiento obedece al escepticismo de aquel que conoce la naturaleza humana. Saben que lo que está haciendo Soylent corp. (con la connivencia del gobernador) es inmoral pero tampoco les sorprende. Ellas saben que Dios a muerto con la muerte de La Naturaleza, y ahora el hombre ya no tiene límites morales a los que someterse.

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  11. Esta peli no la he vuelto a visionar desde su estreno y apenas la recuerdo. Cuando ha sido elegida para este ciclo es que debe valer la pena. Me reservo entonces el comentario hasta echarle un nuevo vistazo. Gracias por el recordatorio y mis felitaciones por mantener el nivel y el estilo de las entradas de vuestro blog.

    Salucines

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    1. Vale la pena revisarla amigo Fernando. Me ha llamado bastante la atención que entre lo más granado de la comunidad cinéfila que nos visita esta cinta de Fleischer esté tan olvidada. Yo la tengo como un título de referencia dentro del cine de ciencia ficción por eso no dudé a la hora de incluirla en el ciclo.
      En cualquier caso esperamos tu comentario, pues en Ciclos de Cine los buenos comentaristas sois imprescindibles para mantener el nivel y la ilusión de los que lo realizamos.
      Salucines.

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  12. A este director siempre le ha gustado la ciencia ficción con un tono de humanismo. Varias veces he visto "Un viaje alucinante" y ¿que quieres que te diga? Raquel Welch sigue atrayendo a los anticuerpos.

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  13. Pues sí, como el Nautilus a los pulpos gigantes. :D

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  14. Una película siempre interesante a revisar ni que sea como recordatorio de lo que entre todos debemos evitar: me gusta mucho la concepción tan realista del futuro (sólo faltan diez años y los avances no ha sido nada "peliculeros" en comparación con Blade Runner, por ejemplo) que deriva de la trama y de la presentación formal, con detalles tan significativos como el que apuntas de la carga a los manifestantes y también un detalle machista y muy poco humanista, esclavista en realidad, en la consideración de "mobiliario" de la joven que está en el apartamento, esperando un nuevo inquilino, sin que el policia se sorprenda.

    Añadir también que las lágrimas de Heston son auténticas por el conocimiento e intensa amistad con Robinson, casi que impuesto por Charlton a unos productores inseguros (y acertados).

    Esos títulos de crédito son para tener en una colección, aunque doy fe que los de youtube los mueven a placer...

    Un abrazo.

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  15. Pues sí sí, lo del "mobiliario" es tremendo, no sólo por el hecho de incluir una "mujer objeto" con el alquiler del apartamento, como si fuera una tostadora o un televisor, sino por el hecho de que ella esté encantada con su trabajo. Claro que mirándolo con frialdad (esa frialdad darwinista que tan bien describe Fleischer) es un trabajo de privilegiada que incluye techo, comida de verdad, agua caliente, comodidades... No es de extrañar que las chicas soporten las palizas del relamido mayordomo (espeluznante secuencia esa), en el fondo se están jugando su supervivencia.

    No sabía que lo de Robinson fue por intercesión de Charlton, me das otra razón más para apreciarlo en contra del sentir generalizado.

    Un saludo y gracias por pasarte y dejar tu comentario, ha sido un verdaero placer

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  16. Nada más y nada menos que la vieja narrativa comunista de siempre. Somos muchos, los ricos tienen la culpa, la eutanasia es la "muerte digna", el asesinato de niños es el "derecho de la madre", la reproducción es mala y para que no ocurra se promueve la destrucción de la familia vía la implementación de la agenda homosexual con el cuento de "los derechos del homosexual".

    De 1973 a esta parte, la población mundial se ha multiplicado, los humanos viven mucho más y cada vez mejor, con mucho más que comer y la tierra sigue despoblandose.

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